Vengo porque extraño este espacio de encuentro terriblemente, ustedes seguramente me entienden.
A veces es necesario parar un poco y regresar a las cosas que nos gustan y nos hacen bien, más allá de las obligaciones (las reales y las que nosotros mismos nos imponemos).
Con un poquito de atraso terminé el Bloque 13 del Baltimore organizado por la querida Isi…
Están quedando lindos y sólo faltan tres bloques, parece mentira…
También me ocupé de unir las flores que tejí mientras estudiaba Historia, quise hacer esto… El modelo y las explicaciones las vi en uno de los Blogs de Nauma, una súper del tejido que hasta sale por la tele!!! y un ser cálido y hermoso...

Y salió algo como esto…
La verdad es que a la destinataria (Cami, claro) no la convence demasiado. Pero a mí me gusta como quedó, es la primera vez que hago algo con esta técnica de tejer motivos y unirlos con cadenitas, sin patrón. Quiero intentar "liberarme" un poco, ya que admiro a quienes son libres en sus creaciones, pero me cuesta un poquito ja ja...
Bueno, no quiero abrumarlas en mi regreso ja ja!!! así que no les muestro más nada (la verdad es que no tengo más...), pero sí les comparto un texto maravilloso y me voy yendo, agradeciéndoles infinitamente las palabras que me escribieron.
Casi me olvido: en este "permiso" para disfrutar, he comenzado a leer un libro que me tiene atrapada, ya les contaré más, esta escritora nicaragüense me enamora: "El país bajo mi piel" de Gioconda Belli.
Ahora sí me voy, l@s dejo con el genio de Mandela traído hasta mí por el querido Luis Pescetti, que anoche ganó el Grammy Latino al mejor disco de música infantil. No dejen de visitar su adorable página.
Nuestro miedo más profundo (Our deepest fear)

Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos:
¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?
Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Tu pequeñez no le sirve al mundo.
No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor.
Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior.
Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno.
Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo.
Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Pasaje del libro “A Return to Love” de Marianne Williamson, rescatado por Nelson Mandela para su discurso inaugural como presidente de Sudáfrica.