sábado, 26 de junio de 2010

Entre Baltimore y Sudáfrica

Hola!!! Me sigo asombrando con los relatos, porque no son comentarios: son verdaderos relatos que han compartido en el"desafío literario"... Han despertado en mí muchos recuerdos de mis primeros pasos en la lectura, mis idas a la Biblioteca Municipal de mi ciudad (en mi infancia había sólo una, hoy hay varias más, y muy completas), los libros que leíamos con mi amiga Ruth "a escondidas" porque nos decían "Ese no es para ustedes..."  Nanny me hizo acordar de "Pregúntale a Alicia", un libro sobre una adolescente drogadicta que leí a los 12 o 13 años y que me abrió los ojos a un mundo ignorado por mí, Gra nombró en su comentario el libro "Tres niñas y un secreto", que fue mi deleite durante toda mi infancia, y también el de mi hija. Recuerdo también los libros de Vasconcelos, que tanto me enamoraron. ¡¡¡GRACIAS!!! a todas las que se engancharon!!! y Gladys: Quedamos a la espera de ver la foto de tu libro que me prometiste...Bueno, podríamos seguir hasta el infinito, pero quiero mostrarles mi Bloque Número 9 del SAL Baltimore ... Para no ser siempre la que da charla a las otras que trabajan (y las distrae ja ja...) 
Les cuento que lo hice con la técnica de la "pegatina" que explicó Isi . Me sorprendí cuando fui a la Librería y HABIA papel autoadhesivo tamaño A4 , me dije: ¡¡¡OOOOhhhh!!! El progreso ha llegado!!! ja ja... El asunto es que la "pegatina" me dio bastante guerra, y cuando la despegaba, las puntadas no eran invisibles. Pero en fin, la profe Isi dijo que no era fácil este Bloque, y yo humildemente me voy a plegar a los amish que, seún Elsa, decían que "sólo Dios es perfecto". No me digan que no es una salida elegante para cuando a una no le sale algo del todo bien...
No sé en otros países, pero por acá estos días estamos LOCOS por el fútbol: sólo se habla de eso, y el aire está impregnado de outsides, corners, penales, foules, etc, etc, etc... Por eso quiero compartir con ustedes un lindo texto del querido Eduardo Galeano que es fanático de dicho deporte, de su libro "El fútbol a sol y a sombra" (Galeano debe estar feliz porque Uruguay es el primer clasificado a cuartos de final, y yo lo acompaño en la alegría!!!)
Me callo y lo leemos a Galeano???
El Futbol

"La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí.
En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez.
El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue.
La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohibe la osadía.
Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad."
Bellas palabras sobre la pasión de multitudes...¿no?
Para despedirme, les muestro a unos "hinchas" de Argentina, llevando la bandera en el Acto del Jardín,
Un abrazo a tod@s (bah, a todas...) y la seguimos después del partido de mañana!!!!


 

viernes, 18 de junio de 2010

Adiós y gracias

Las respuestas al "desafío literario" me llenaron de alegría. Fue como una reunión donde cada una fue sacando desde muy adentro sus vivencias y las fue compartiendo. GRACIAS... por compartir esto tan íntimo y tan fundante de nuestra vida!!! 
Hoy nos enteramos de la muerte de José Saramago, y la mejor forma de homenajear a este escritor que admiro y quiero me parece leer algo de lo mucho que escribió. Por eso comparto con ustedes este poema que me resulta maravilloso:
"Las palabras son nuevas: nacen cuando
al aire las lanzamos en cristales
de suaves o duras resonancias.
Somos igual que dioses, inventando,
desde la soledad del mundo estas señales
como puentes que abrazan las distancias".
Como estuvimos hablando de la impronta de los libros y los relatos en nuestra niñez, también les comparto un fragmento del discurso que don José Saramago pronunció al aceptar el Premio Nobel en 1998:
"El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer.
Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo. Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama.
Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.
Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado.
Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: "José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera". Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera.
Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea.
Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba.
Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después?".
Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo."
  
¿Saben que cuando Benedetti estaba por morir Saramago propuso hacer una "cadena de poemas"? Hacer una cadena de poemas y palabras será sin duda el mejor homenaje a quien tanto nos brindó, nos deleitó y nos hizo pensar.
José Saramago: Vivirás por siempre en tus palabras y en tus lectores.

miércoles, 16 de junio de 2010

Desafío literario

Vengo a proponerles un desafío... Es para todas, especialmentes para las que comparten conmigo el amor por los libros. A ver, ratoncitos de biblioteca, si me y nos cuentan...¿¿ ¿Cuál fue el libro que te inició en el camino de la literatura???  ¿¿¿Lo recuerdan??? ¿¿¿Lo conservan???
Por mi parte, mis primeros recuerdos son muuuuuy lejanos, de unos libritos pequeños que mi mamá me leía y que hace poquito me los dio (ya se los mostraré), pero "el libro" con el que empecé a soñar es "El Mago de Oz" Luego vinieron tantos y tantos, porque leer es como vivir muchas vidas. Yo les aseguro que fui pirata con Sandokan, compartí las charlas de las Mujercitas, pasé siestas enteras a la orilla del Mississipi con Tom Sawyer y Huck... y taaaaaaaaantas aventuras más. Y las que por suerte todavía tengo por vivir!!!
Este es mi libro, que también le leí a mis hijos durante varias noches en la cama. Lo quiero y lo guardo como un tesoro, porque a mis cuarenta y tres, sigo siendo Dorothy recorriendo  el camino de ladrillos amarillos, en busca de la Ciudad Esmeralda!!!
Esta es una ilustración de la versión original del año 1900.

Y una perlita que encontré: En la revista  digital de literatura infantil "Imaginaria", están proponiendo la lectura de una traducción de la novela original. Acá pueden ver, será como una novela por entregas, ya están los dos primeros capítulos. Las que tienen niños (o no)...¡¡¡vayan a ver!!! no se la pierdan...
Bueno, me voy yendo, pero les dejo un pequeño texto de mi querido Eduardo Galeano. Se llama "La función del lector" ¡¡¡Que lo disfruten!!!
Y me quedo a la espera de ver si alguien responde a mi desafío. Besos!!!!!!!!
"Cuando Lucía Peláez era muy nińa, leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro donde el tío guardaba sus libros preferidos. Mucho caminó Lucía, después, mientras pasaban los añoos. En busca de fantasmas caminó por los farallones sobre el río Antioquia, y en busca de gente caminó por las calles de las ciudades violentas. Mucho caminó Lucía, y a lo largo de su viaje iba siempre acompañada por los ecos de los ecos de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia. Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería. Tanto le ha crecido adentro que ahora es otro, ahora es suyo."

viernes, 11 de junio de 2010

¿¿Compartimos también recetas ricas??

Parece que el invierno quiere venir en serio!!! Hace un frío bárbaro!!!! Sólo dan ganas de quedarse en casa tejiendo, cosiendo o leyendo, y tomando algo calentito. ¿Y qué mejor que acompañar el café, tecito o mate con un rico budín???
Desde que mi amiga Gra comenzó con la idea de compartir sus ricas tortas (ya hice dos veces la de manzanas...), que les prometí que les iba a contar algunas de mis preferidas. Bueno, acá vengo con el Budín de Mandarinas, porque parece que hay varias bien golosas en la Blogoesfera...

Budín de mandarinas:
Cortar por la mitad dos mandarinas, quitarles las semillas y cortarlas en cubitos con cáscara (bien lavadas, claro). Licuarlas. Colocar el licuado en un bowl y agregar 2 tazas de azúcar. Mezclar bien y agregar dos huevos y un chorrito de esencia de vainilla. Luego colocarle una taza de aceite neutro. Mezclar y por último añadir tres tazas de harina. colocar en un molde enmantecado y enharinado y cocinar en horno suave alrededor de 40 minutos, hasta que esté doradito. Cuando está frío podés bañarlo con un glasé preparado con azúcar impalpable y jugo de mandarinas. O si no también yo lo he probado bañado con chocolate, queda deliciosa la combinación!!!!!!!!!!!  Fácil, rápido y económico!!!! A ver quién se anima a probarlo!!!
También les quiero contar que en 2008 planté un árbol de mandarinas, y este año dio sus dos primeras frutas. Son éstas: Mi idea era fotografiarlas en el árbol pero mi marido no pudo con su ansiedad ¡¡¡y las cortó!!! así que les saqué esta foto antes de que se las comiera!!!

No crean que me olvidé de mis labores!!!!  No!!!!! En esto ando: tejiendo un saquito con una linda lana de Cisne, se llama "Artesano", en mis colores preferidos: los colores tierra.
Bueno, espero que alguien haga la torta y me cuente. Yo ya la comí ayer a la tarde, en el té que hizo mi mamá por su cumple.
Un beso y buen fin de semana!!!!

A las que me preguntaron por Lost, les cuento que me falta ver ¡¡¡¡el último capítulo!!!! así que este fin de semana seguro lo veo!!!

viernes, 4 de junio de 2010

Palabras palabras...


Hay temas que siempre me vuelven a la mente, y regresan y regresan... Uno de ellos es la línea que separa a los seres humanos, colocando a los "buenos-decentes-honestos" de un lado, y a los "malos-delicuentes-deshonestos" del otro... Y una y mil veces me pregunto y me vuelvo a preguntar: ¿¿Cuál es el espesor de esa línea??
Como siempre digo, los buenos libros y las buenas películas son los y las que nos inquietan, nos clavan una duda en el medio de la comodidad de nuestra visión del mundo, nos generan preguntas, nos dejan pensando.  Y en este último tiempo vi una película y leí un libro que circundan por este tema:
La película es "Celda 211", del año 2009, del director español Daniel Monzón, ganadora de 8 Premios Goya. Actúa un actor a mi parecer excelente: Luis Tosar (quién puede olvidar "Te doy mis ojos", otra peli hermosa "El lápiz del carpintero") encarnando a "Malamadre" un personaje fantástico con el que se lleva el Goya a mejor actor.
No menos buena me parece la actuación de Alberto Ammam, "Juan" apodado "Calzones", qien se lleva la estatuilla como actor revelación.
No les cuento más, ojalá la hayan visto y si no... no esperen para hacerlo y me cuentan.

El libro "Las grietas de Jara" es de Claudia Piñeyro, una escritora argentina que fue reconocida por "Las viudad de los jueves", un buen libro malamente llevado al cine según me contaron (yo pocas veces veo pelis de los libros que me han gustado), y trata la historia de un arquitecto con "crisis de la mediana edad". Es de lectura muy ágil, y la historia de corte policial roza varios temas interesantes, entre ellos el que menciono.
Bueno, hoy charla que te charla sobre lecturas y cine, mis placeres favoritos.

 Para terminar, les dejo un regalito. Si tienen tiempo y ganas, un video de Luis Pescetti, el querido Luis, haciendo una lectura dramatizada  de uno sus buenísimos relatos junto a Roberto Carnaghi, excelente actor argentino. "El Narrador" No me van a decir que a veces no nos pasa esto con los niños????

Cariños, y buen fin de semana para todo el mundo!!!